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esto es de valientes, intenté hacer el almohadón dos veces, el primero lo quise
hacer de retazos, pero no funcionó, luego lo hice en una tela firme y cuando la
volteé, ¡sorpresa!, tenía puntiagudas orejas como las de un gato, en fin
terminé colocándole carita y todo (al menos eso creo yo).
1.-Inicié formando la mitad de un corazón y luego la
recorté para que el molde fuera más parejito.
2.-Lo coloqué con alfileres sobre la tela (reverso y
doble), pasé a recortarlo respetando amplios márgenes.
3.-Esta parte me encantó, cuando lo cosí (por el reverso),
pude practicar costura curva y otras diversas formas útiles y divertidas. Al parecer iba a ser un corazón precioso. Obvio no omití el agujero para introducir el
relleno.
4.-Antes de darle la vuelta, hice muchos cortes alrededor
del margen para facilitar esta labor. Lo
volteé y acomodé todas las formas del corazón.
5.-Lo rellené y noté que no parecía un corazón.
6.-Busqué dos botones y los cosí como ojos, intenté hacer
una nariz que no quedó muy bien.
¡Y ya
vieron el resultado!
Si
bien es cierto, no quedó nada estético, pero practiqué mucho y además en vez de
entristecerme, le puse cara de gato al asunto.
Como decía mi mamá: “Es mejor ser
modista que doctora, un desperfecto en la costura se repara con creatividad; un
desperfecto en una operación no tiene reparo”
Nos
vemos a la próxima con “Una mascada para mi mascota”
Jaja, sí señor, es un gato!!! Pero fuera de toda broma, qué importante es esto de animarse a practicar. Te felicito por el proceso que estás haciendo. Un saludo
ResponderEliminarwww.anvarmodas.blogspot.com
Hola Analía,
EliminarEl proceso no ha sido nada fácil, pero las ganas de aprender ha podido más :)